Hoy, Comemos en Charolés

¡Hoy, comemos en Charolés! Claro que sí. Cuando uno piensa en la ciudad de El Escorial, ese pueblo tan hermoso como histórico y representativo de la historia viva de España situado a tan solo cuarenta y siete kilómetros a las afueras de la capital del Reino, Madrid, a uno le vienen tres imágenes a la cabeza. La primera, la de Felipe II. La segunda, la del Monasterio de El Escorial. Y finalmente, la tercera, la imagen del restaurante Charolés. O “El Charolés”. Como prefieras llamarlo.

Yo, que tengo la gracia y fortuna de haber sido comensal allí unas cuantas veces, prefiero referirme a él simplemente como “Charolés”.

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Restaurante Charolés

Entrada al Restaurante Charolés (Foto por Pablo Ferrari)

Entrada al Restaurante Charolés (Foto por Pablo Ferrari)

Y es que a veces, cuando estoy en Estados Unidos que es mi hogar actual y desde hace ya tantos años, ciertos caprichos (o caprichazos) como puede ser comer aquí, son muy complicados de hacerse realidad.

Cuando alguien me pregunta en estas tierras americanas cómo conmemoró Felipe II la victoria del imperio español sobre los franceses en la ciudad de San Quintín durante las Guerras Italianas, les contesto qué, el Rey, con su serio gesto habitual, se limitó a decir a sus aliados y demás miembros de la corte que “hoy, comemos en Charolés”.

Luego vino el tema del Monasterio, lo de ser Patrimonio de la Humanidad, lo de la residencia real y todo lo demás, pero eso, querido lector, ya es un tema menor.

Sin duda, junto con el Restaurante Boruta, Charolés es de los mejores restaurantes del Mundo. 

Manolo Míguez, dueño del restaurante Charolés (Foto por Pablo Ferrari)

Manolo Míguez, dueño del restaurante Charolés (Foto por Pablo Ferrari)

Fundación

Fundado en 1977, año en que Manuel Míguez (Llámale Manolo, ya que así lo prefiere él) abrió las puertas del restaurante, Charolés no ha dejado ni un solo día de servir, que nunca saciar, paladares de todo tipo de gentes. Desde gente sencilla como yo, a periodistas de renombre, presidentes de gobierno, e incluso a la mismísima realeza.

Sí. Si tienes suerte podrás ver al rey Emérito, Don Juan Carlos I, sentado en una de las mesas de Charolés degustando, quizá, el que es considerado el mejor cocido del mundo. 

Ya lo dijo José Andrés, el cocinero de renombre qué, por cierto, campea por tierras yankees tan frecuentemente, en el video que te dejo a continuación. En este video explica, de manera deliciosa y descriptiva, el porqué este cocido es considerado el mejor del mundo entero. 

Te recomiendo que hayas comido (o desayunado, o cenado, o merendado) antes de ver el video para evitar enfurecer a tu estomago. Jose Andres en Charoles    Jose Andres en Charoles (Parte II)

Mira las Opiniones de Charolés en TripAdvisor

Cupula de la Basílica del Monasterio de El Escorial (Foto por Pablo Ferrari)

Cupula de la Basílica del Monasterio de El Escorial desde el restaurante (Foto por Pablo Ferrari)

¿Solo Puedo Comer Cocido Madrileño?

Claro que no. Es mas, yo, personalmente, disfruto mas (que ya es decir) con la carta de Charolés “de toda la vida”. Bueno, de toda la vida es solo un decir, pues cierto es que actualizan los platos de vez en cuando.

Pero tranquilo, lo que tomes hoy –porque hoy, comemos en Charolés – lo podrás tomar el mes que viene, porque vas a repetir.

Y no solo repetirás por la inmensa calidad de los platos que ofrecen, que recuerdan a la cocina casera sencilla, sino también por el ambiente rural del local y por el trato familiar y cercano de todo el personal al servicio de este lugar tan especial y mágico. 

Como puedes ver en la imagen de la carta con los platos típicos del restaurante, Charolés puede presumir de una gran variedad. Muchos de estos platos son tan «antiguos» como el propio restaurante.

Carta de Charoles (Foto por Pablo Ferrari)

Carta del Restaurante (foto por Pablo Ferrari)

Calidad de los productos

La calidad de los productos merece un párrafo aparte en este articulo. Sin duda. Ahora que está tan de moda, no solo en España en particular, si no en el mundo de Occidente en general, los productos ecológicos u “orgánicos”, es merecida mención el esfuerzo del personal del restaurante y sobre todo de Manolo en conseguir diariamente los mejores productos naturales.

Esta seta se recoge en el monte en El Escorial y va directo al fogón (Foto por Pablo Ferrari)

Boletus de la Sierra de Madrid (Foto por Pablo Ferrari)

Estas setas se recogen en la Sierra de Madrid y se llevan directamente al fogón de las cocinas de Charoles, sin ningún tipo de intermediario. La calidad, el sabor, la textura y el olor de esta maravilla de la Naturaleza permite que experimentes en tu paladar el sabor mismo del monte, al tiempo que te alimentas de la manera mas limpia posible. 

Caldo de cocido Madrileño (Foto por Pablo Ferrari)

Caldo de cocido Madrileño (Foto por Pablo Ferrari)

Caldo de Sopa de Cocido

El restaurante, en invierno, te sirve hoy esta tacita de caldo de cocido «Charolés» para abrir boca. De textura salada, ligera y sabrosa, este caldito te recobrará del frio de la calle en cuanto lo tomes. Ah, y no lo olvides: siempre hay dos o tres garbanzos al final. ¡No se te olvide tomarlos! 

Muy posiblemente tengas la tentación de pedir ese cocido maravilloso tras degustar esta pequeña muestra.

Si no es miércoles, día de la semana en el que sirven el cocido, no desesperes, echa un vistazo a la carta y elige. Cualquier elección que hagas será igual o mejor que el cocido.

Cortado directamente de la pata de cerdo con un cuchillo especial con la delicadeza del violinista al tocar el violín

Jamón «del bueno»

Cuando uno vive fuera de casa, como es mi caso (¡y el de mi mujer, que aun siendo americana lo come casi mas que yo cuando estamos en España!), siempre se piensa, irremediablemente, en el jamón ibérico de bellota (el «jamón bueno»). Cortado directamente de la pata de cerdo con un cuchillo especial con la delicadeza del violinista al tocar el violín, este jamón es plato de platos. Y no hay buen español que sea capaz de decir no a semejante tesoro nacional en un día tan especial como es este, en el que comemos en Charolés.

Jamón Ibérico (foto por Pablo Ferrari)

Jamón Ibérico (foto por Pablo Ferrari)

Callos Charoles (Pablo Ferrari)

Callos Charoles (Pablo Ferrari)

Los Callos (Pablo Ferrari)

Los Callos (Pablo Ferrari)

Los Callos

Los callos: hoy, los comemos en charolés! No puedo dejar de mencionar uno de los platos estrella de España entera, no solo de Charolés. Si eres sensible a qué es lo que comes, y cierto conocimiento al respecto puede hacer que te abstengas de ingerir algún plato o producto, mejor no preguntes en este caso.  Claro que, si me permites el inciso, yo era de esos. Es decir, jamás probé los callos porque sabia lo que eran. ¡Error! ¿Acaso no hay gente ahora que se come los insectos en bolsas como si fueran palomitas?

Hazme caso: PRUEBALOS.

Y no dejes de pedirle a uno de los camareros que te sirva mucho pan, porque, querido lector, unos callos sin mojar pan es como un día de playa sin mar. 

Por si no lo sabes, los típicos de Charolés son los callos «a la madrileña». Los hay gallegos, a la andaluza, etc. Como San Lorenzo de El Escorial esta en la Comunidad de Madrid, no podían fallarnos en la elección. Y digo «fallarnos» porque, a mi juicio, son los mejores de España (¡abajo hay una sección de comentarios por si quieres una pelea virtual al respecto!)

Los callos a la madrileña tienen los siguientes ingredientes, en lineas generales: 

  • callos de ternera (que pueden ser el morro, la tripa, red o pata)
  • una manita de cerdo 
  • Cebolla
  • Ajo
  • Chorizo
Chuletitas de Cordero (foto por Pablo Ferrari)

Chuletitas de Cordero (foto por Pablo Ferrari)

Patatas crema (foto por Pablo Ferrari)

Patatas crema (foto por Pablo Ferrari)

Carnes

Charolés tiene un gran variedad de carnes. Si eres un amante de la buena carne, este es sin duda un día festivo para ti. En la imagen de la izquierda puedes ver uno de los platos característicos de un restaurante de la Sierra Madrileña, las chuletas de cordero. O «chuletitas»

Suelen ir acompañadas de casi lo que quieras. Permíteme que te recomiende las «patatas crema», cortadas en rodajitas bañadas en crema de nata y cocinadas al horno hasta que la patata queda suave.

Durante su cocción en el horno, la nata penetra en la patata, mezclando sabores de manera magistral. Si encima tiene un poquitito de bacon/panceta y un tomatito caliente encima, pues ya te lo deja para chuparse los dedos. 

Solomillo en salsa de trufas y nueces (foto por Pablo Ferrari)

Solomillo en salsa de trufas y castañas (foto por Pablo Ferrari)

Solomillo

También puedes optar por este solomillo con salsa de trufas y castañas por encima. La calidad de la carne, suave y tierna, hace que nos parezca mantequilla al masticarla. Todo ello sin perder en ningún momento su jugosidad y sabor.

La salsa de trufa, para los «truferos», es sin ninguna duda, la mejor salsa para acompañar este manjar regio.

«Las «patatas crema», cortadas en rodajitas bañadas en crema de nata y cocinadas al horno»

Pero si no te gustan las trufas, siempre puedes escoger el mismo solomillo a la parrilla. Con un toque de sal por encima y unas buenas patatas fritas. Como ves, comida sencilla al mas puro estilo casero, pero hecho por maestros venidos de otro mundo. Hoy, lo comemos en Charolés!

Escalope de ternera con patatas fritas (Foto por Pablo Ferrari)

Escalope de ternera con patatas fritas (Foto por Pablo Ferrari)

Escalope Milanesa

No. No es una oreja de elefante. Te lo prometo. Este plato que ves justo arriba te traerá viejos recuerdos. Posiblemente recuerdes a tu madre diciéndote «hasta que no te lo acabes, no te levantas de la mesa». Querido lector, ¡no querrás levantarte nunca!

Personalmente, este es mi plato favorito. Otra vez, por su sencillez. Me atrevería a decir que esta «sabana santa» (con minúsculas, eso si) mide unos 32 centímetros de largo por unos 8 de ancho.

Finito como una cartulina, esta siempre libre de toda grasa o tendón molesto. Con el empanado ligeramente crujiente, añades un chorrito de limón por encima y tienes la tarde resulta.

La cocina de Charoles (foto por Pablo Ferrari)

Parte de la cocina de Charoles (foto por Pablo Ferrari)

Despensa frigorífico de la cocina de Charolés (foto por Pablo Ferrari)

Interior de una de las despensas-frigorífico de Charolés (foto por Pablo Ferrari)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las patatas fritas, que siempre elevan la calidad de cualquier plato (a mi juicio), hará que los veinte minutos que tardes en terminarte el plato sean enmarcados por tu memoria en un marco grande y reluciente. 

Uno de los salones del restaurante (Foto por Pablo Ferrari)

Uno de los salones del restaurante (Foto por Pablo Ferrari)

Pescados

Si eres mas de pescado, a destacar, sin duda, los lomos de merluza en salsa verde de almejas y, para el que este por celebrar un acontecimiento importante, las angulas, si las hay. 

Portada de El País sobre el mejor cocido del Mundo (foto por Pablo Ferrari)

Portada de El País sobre el mejor cocido del Mundo (foto por Pablo Ferrari)

Postres

Pensabas que me olvidaría. Pues no. Para ti, glotón, los postres. Como habrás visto en la imagen de la carta al comienzo del artículo, son varios los postres que ofrece Charolés. De todos ellos, mis siguientes recomendaciones:

Tocinillo de cielo casero con helado de [.......] (foto por Pablo Ferrari)                                                                             Tocinillo de cielo casero con helado de Stracciatella (foto por Pablo Ferrari)

¿Alguna vez te has comido un flan casero que sin ser flan se le parece mucho pero tiene un toque un poco mas espeso y que hace que cierres los ojos durante unos segundos para asegurarte de que no es un sueño? Eso es el tocinillo de cielo de Charolés. Aunque prefiero como lo expresa la carta del restaurante al decir “tocinillo especial hecho en el cielo”. Es mucho mas acertado así.

Torrija casera (foto por Pablo Ferrari)

Torrija casera con helado (foto por Pablo Ferrari)

¿Quién es capaz de resistirse a semejante pecado? Yo, no. Y como hoy comemos en Charolés, tu tampoco. Prepárate para justificarle a tu entrenador personal el porqué de tu kilo extra después de hoy.

Bodega

Para los amantes del buen vino, rojo o blanco, la bodega de Charolés no te dejará indiferente. Te dejo aquí el enlace para que lo compruebes tu mismo: Bodega del restaurante Charolés 

¡¡Cuánto me identifico de bien con Imanol Arias y Juan Echanove en este video de Televisión Española!!

Reservar: toda una recomendación

Sí. Charolés es un restaurante conocido, al que acuden “los de siempre” y los que no son «los de siempre». Por tanto, si te recomiendo que no dejes de llamar para hacer una reserva. Te facilito el teléfono para que no tengas que abrir el navegador y buscarlo tu mismo: 918 90 59 75

No olvides que el cocido únicamente se sirve los miércoles

¡Disfrútalo!

 

Pablo Ferrari

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